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Buenos Aires, Argentina — 3 Comments

  1. GONZALO ROJAS Y ERNESTO SABATO

    …y estoy aquí de paso a las estrellas… nos enuncia Gonzalo Rojas en uno de sus poemas, Sabato nos había anotado en La Resistencia: Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos. Éste es uno de esos días.
    Ahora, con pocos días de diferencia, los dos han entrado en la inmortalidad; esa vana cosa de los hombres que les impele a creerse parte del Universo, que son en alguna forma ellos también inmortales. Y en cierta forma lo somos.
    En algún lugar anotó Borges que “también los hombres pueden prometer, porque en la promesa hay algo inmortal.” En esa promesa de ser cada día más justos y humanos, y tal vez ¿por qué no? solidarios y sabios, está nuestra redención y nuestro atisbo de pervivencia.
    Han partido dos amigos que nos dejan memorias, olvidos, circunstancias, veleidades, pequeñas heridas, una que otra página que vivirá en la biblioteca infinita, circular e inútil que previó Borges en su ceguera.
    Pero también nos han obsequiado la flor de la esperanza, de la palabra, de lo mejor que somos como dioses fallidos. Hoy no estamos de duelo… para Ernesto Sabato y Gonzalo Rojas, PAZ, NUNCA EL OLVIDO.

    Manuel E. Montilla
    David, República de Chiriquí.
    30 de abril de 2011.

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