Sevilla, Spain

ORGANIZER; Pablo Fernández
CONTACT: pablo_fdez_69@yahoo.es

Paul Haute (Chile)
Zelayeta (España)
Bufcor1969 (delmundomundial)

Sábado 24, a las 22:00h.
La Casita de Papel
Écija (Sevilla) España.

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Sevilla, Spain — 10 Comments

  1. Sábado 24 de Septiembre de 2011
    En “La Casita de Papel” Écija (Sevilla) Spain

    A partir de las 21:30 h. Abierta la participación
    para colaborar en la iniciativa 100 mil poetas por el cambio.

    • Es largo el camino a ningún sitio.
      Y corto a la meta.
      Los caballos están desbocados.
      Y pienso en algún amor verdadero.

      El campo está verde después de la lluvia
      y de nuevo se repite la historia,
      y abajo en los sótanos
      se vuelva esconder
      después de un tiempo
      algún amor verdadero.

      Y el viento me pregunta
      silbándome al oído
      qué es lo que quiero.
      despues de estar luego ser.
      amo tu cara.

      Comunicación en tu corazón,
      eres veloz como un rayo.
      perezco un pez
      atrapado en la red de tu juego.
      El poder de resucitar solo es tuyo
      el sonido está roto
      y todo sigue rodando
      y puede que rompa a llorar
      después de que me enciendas como un carbón.

      Mis ojos ya no creen en lo que ven
      mis oídos solo escuchan lo que desean.
      Ella puede mentir.
      Y en los sótanos se esconden
      historias de amores verdaderos.

      Canción de Julio Siringa (Sevilla).
      09/2011

  2. CANCIÓN DEL LOCO (Paul Haute)

    Caminando hacia la nada
    se aproxima el fin
    un corcel de quimeras
    me cabalga el porvenir
    quisiera…
    saber la verdad.

    La luna es como un faro
    que alumbra mi soledad
    por las noches le pido
    que encienda mi oscuridad
    quisiera…
    hablar con usted

    si no existe el camino
    habrá que andar sobre el mar
    trazando el nuevo rumbo
    de nuestra humanidad
    quisiera…
    contar con usted

    solo veo fantasmas
    a mi alrededor
    no puedo hacer contacto
    con el verbo amor
    quisiera…
    la piel contra la piel
    la piel contra la piel

  3. Cuando ya nada se espera personalmente exaltante,
    mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
    fieramente existiendo, ciegamente afirmado,
    como un pulso que golpea las tinieblas,

    cuando se miran de frente
    los vertiginosos ojos claros de la muerte,
    se dicen las verdades:
    las bárbaras, terribles, amorosas crueldades.

    Se dicen los poemas
    que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
    piden ser, piden ritmo,
    piden ley para aquello que sienten excesivo.

    Con la velocidad del instinto,
    con el rayo del prodigio,
    como mágica evidencia, lo real se nos convierte
    en lo idéntico a sí mismo.

    Poesía para el pobre, poesía necesaria
    como el pan de cada día,
    como el aire que exigimos trece veces por minuto,
    para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

    Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
    decir que somos quien somos,
    nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
    Estamos tocando el fondo.

    Maldigo la poesía concebida como un lujo
    cultural por los neutrales
    que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
    Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

    Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
    y canto respirando.
    Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
    personales, me ensancho.

    Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
    y calculo por eso con técnica qué puedo.
    Me siento un ingeniero del verso y un obrero
    que trabaja con otros a España en sus aceros.

    Tal es mi poesía: poesía-herramienta
    a la vez que latido de lo unánime y ciego.
    Tal es, arma cargada de futuro expansivo
    con que te apunto al pecho.

    No es una poesía gota a gota pensada.
    No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
    Es algo como el aire que todos respiramos
    y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

    Son palabras que todos repetimos sintiendo
    como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
    Son lo más necesario: lo que no tiene nombre.
    Son gritos en el cielo, y en la tierra son actos.

    Gabriel Celaya.

    • Aportación de: Narciso el Valvulista es el alter ego, mucho ego, de Felipe Zapico Alonso.

      Esperanza de vida

      Unas vidas se agotan casi antes de comenzar
      otras van tan deprisa
      que uno casi
      no se entera de su fin.

      Algunas esperanzas no tienen vida
      muchas vidas no tienen esperanza.

      El color de las recetas
      alarga la monocronomía
      de algunas vidas.

      Hay aparatos ortopédicos del alma
      que ayudan
      a
      dilatar la cosa
      a que dure
      como las pilas del conejito.

      Hay vidas que se apagan
      hay vidas que se arrastran
      hay vidas
      que no sabemos
      que hacen aquí.

      Hay vidas que se fueron
      pero están
      tan cerca
      que su aliento a veces te roza la nuca.

      *. No me gusta explicar. Sólo que sigo vivo, que me he revisado una vez más, y que después de haber podido morir al menos en dos ocasiones, yo sigo. Otros no. Y he visto a muchos, muchos que se arrastran y me he preguntado por qué. No lo sé, pero la esperanza de vida sigue aumentando…y lo venden como positivo.

  4. VICTOR JARA

    La guitarra amaneció – punteada de metralla,
    hendidas las clavijas por machetes – en medio del estadio.

    Mitificada por los morriones, las bayonetas,
    las lenguas truncas…

    El césped billaba de sangre.

    Es todavía el siglo .¡y lo que queda!-
    del brazo secular, de los inquisidores
    y de las libertades tantaladas.
    Tantaladas como una pampa genocida!
    Tantaladas como una silla eléctrica!
    Tantaladas como una mina bocarriba!
    Como una toga verde y un birrete!

    Estatua neoyorquina belvedere.

    Por ser -todavía- un siglo de tetrarcas,
    de setas venenosas, de escorbuto,
    te alzaste a ojazos sonoros, polifémicos,
    contra la mudez involuntaria de los labradores
    -te recuerdan, Vícitor-
    de los obreros, las novias, los guanacos,
    los mendigos de las calles mojadas.

    Víctor alado samotracio.

    El sol vertió su peso en las seis cuerdas,
    buscó el rostro borroso de las plegarias mil veces
    musitadas.
    La tierra fue tu fosa.

    Cantaban las raíces, los gusanos
    los caracoles ciegos.

    El césped brillaba de sangre.

    “Historia Clínica, Lección de Anatomía del Doctor Zelayeta”.

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